Aprender a cocinar
¿Cómo hacer caldo de carne?
Septiembre 05, 2024
El caldo de carne es un imprescindible en la cocina. Se trata de la base de muchas sopas, guisos o, incluso, de otros tipos de platos como este arroz con pollo o este coq au vin. Por eso, es esencial saber cómo hacer caldo de carne de forma sencilla y eficaz. En este artículo, te explicamos paso a paso cómo preparar un buen caldo de carne desde cero, con consejos prácticos y una receta fácil que te permitirá disfrutar de un caldo lleno de sabor. ¡Vamos a ello!
¿Qué necesito para hacer un buen caldo de carne?
Antes de empezar, es importante conocer los ingredientes clave para lograr un buen caldo de carne. Aunque parezca simple, lo que elijas para tu caldo marcará una gran diferencia en el resultado final. Para hacer un caldo de carne fácil y con mucho sabor, te recomendamos los siguientes ingredientes:
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Huesos de carne: puedes usar huesos de res, cerdo o una combinación de ambos. Los huesos con médula aportan colágeno, lo que dará una textura más gelatinosa al caldo. Pide en tu carnicería huesos frescos, y si es posible, elige aquellos que tengan un poco de carne pegada.
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Verduras aromáticas: zanahorias, cebollas, apio y ajo son esenciales. Estas verduras aportan profundidad al sabor y balancean el gusto de la carne.
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Hierbas y especias: no pueden faltar el laurel, el tomillo y los granos de pimienta. También te recomendamos explorar nuestras mezclas de especias para carne, donde puedes encontrar sazonadores que encajan muy bien con el caldo de carne.
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Agua fría: los mililitros dependerán de la cantidad de ingredientes que uses, pero es mejor siempre cubrir todos los ingredientes con agua suficiente para extraer todo su sabor.
Consejo práctico: si tienes tiempo, tuesta los huesos en el horno antes de cocinarlos en agua. Esto realza el sabor del caldo.
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Sazonadores para tu caldo de carne
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Paso a paso: cómo hacer caldo de carne desde cero
Una vez que tienes todos los ingredientes listos, es momento de empezar con la preparación. Aunque pueda parecer un proceso largo, es bastante sencillo y la mayor parte del tiempo el caldo se cocina solo. Aquí te dejamos el paso a paso para hacer caldo de carne fácil:
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Prepara los huesos: si los huesos no están tostados, puedes ponerlos en una bandeja para horno y asarlos a 200 °C durante unos 30-40 minutos. Este paso es opcional, pero intensifica mucho el sabor del caldo.
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Coloca los ingredientes en una olla grande: añade los huesos tostados o frescos, las verduras y las hierbas. Cubre todo con agua fría. El agua fría ayuda a extraer mejor los sabores de los huesos y las verduras.
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Lleva a ebullición: una vez que todo esté en la olla, ponla a fuego alto hasta que empiece a hervir. Esto puede tardar unos minutos.
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Retira la espuma: a medida que el caldo comienza a hervir, notarás que se forma una espuma en la superficie. Retírala con una espumadera o una cuchara. Esto ayudará a que el caldo quede claro y limpio.
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Reduce el fuego y cocina a fuego lento: una vez retirada la espuma, baja el fuego para que el caldo hierva suavemente. Déjalo cocinar a fuego lento durante al menos 3-4 horas. Cuanto más tiempo, mejor será el sabor.
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¿Qué tipo de huesos puedo usar?
Aunque los huesos de res son los más comunes, también puedes preparar caldo utilizando huesos de otras carnes según el tipo de sabor que prefieras:
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Huesos de pollo: son perfectos para un caldo más ligero y suave. Puedes usar la carcasa de un pollo asado, alitas, patas o cuellos. El caldo de pollo es ideal para sopas más claras o guisos.
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Huesos de cerdo: aportan un sabor más rico y grasoso. Este caldo es popular en la cocina asiática, especialmente para ramen o guisos fuertes.
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Huesos de cordero: tienen un sabor más pronunciado y característico. Son ideales para caldos utilizados en platos mediterráneos o del Medio Oriente.
El tipo de hueso que elijas dependerá del sabor que busques y el tipo de plato en el que pienses usar el caldo. Ajusta las verduras y las especias según el tipo de hueso para complementar su sabor.
3 consejos para mejorar tu caldo de carne
A primera vista, parece sencillo hacer un buen caldo de carne, ¿no? A veces, no solo basta con seguir los pasos de la receta, también hay que conocer algunos trucos que marcan la diferencia entre un caldo decente y uno espectacular (sin caer en exageraciones):
1. Tiempo de cocción
Si tienes tiempo, cocina el caldo durante más de 4 horas. Así, obtendrás mejores mejores resultados. Incluso, puedes dejarlo cocinar hasta 12 horas para obtener un caldo muy concentrado y rico en nutrientes.
2. Añadir acidez
Un chorrito de vinagre de Jerez o unas gotas de limón al principio de la cocción ayudan a extraer mejor el colágeno de los huesos, lo que mejora la textura del caldo.
3. Reposo y desgrasado
Una vez que el caldo esté listo, déjalo enfriar un poco y guárdalo en la nevera durante la noche. Al día siguiente, podrás retirar fácilmente la capa de grasa que se habrá formado en la superficie. Esto hará que tu caldo sea más ligero y menos graso.
Recuerda que, aunque algunos caldos comerciales pueden parecer tentadores por su rapidez, nada supera al sabor de un caldo hecho en casa. Y lo mejor es que puedes congelarlo y tenerlo siempre a mano para cuando lo necesites.
Cómo hacer caldo de carne en olla exprés
¿Tienes poco tiempo? ¡No te preocupes! Aunque el método tradicional para hacer caldo de carne puede llevar varias horas, existe una alternativa más rápida que también da excelentes resultados: ¡usar una olla exprés!
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Preparación inicial: al igual que en el método tradicional, tuesta los huesos si tienes tiempo y colócalos en la olla junto con las verduras, hierbas y especias.
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Añade el agua y cocina a alta presión: llena la olla con agua hasta cubrir los ingredientes, asegurándote de no sobrepasar el límite de la olla. Cocina a fuego fuerte hasta que salga la válvula. En ese momento, baja el fuego y deja cocinando durante unos 90 minutos.
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Libera la presión y cuela: una vez terminado el tiempo de cocción, libera la presión de la olla con cuidado. Cuela el caldo y ¡listo!
Este método es ideal para quienes buscan hacer caldo de carne fácil y en menos tiempo. El resultado es igual de sabroso, aunque quizá no tenga el mismo nivel de concentración que un caldo cocido durante muchas horas.
Cómo almacenar y utilizar tu caldo de carne casero
Ahora que sabes cómo hacer caldo de carne, es probable que te preguntes cómo almacenarlo de manera correcta para poder aprovecharlo en diferentes recetas. Aquí van algunos consejos útiles:
1. Deja que el caldo se enfríe
Antes de guardar el caldo, asegúrate de que esté completamente frío. Puedes dejarlo enfriar a temperatura ambiente durante un rato, pero no más de dos horas, puesto que podría entrar en la "zona de peligro" para el crecimiento de bacterias.
2. Retira la grasa (opcional)
Si prefieres un caldo más ligero, puedes dejarlo reposar en la nevera durante unas horas o toda la noche. Esto hará que la grasa suba a la superficie y se solidifique, lo que te permitirá retirarla fácilmente con una cuchara.
3. Almacenamiento en la nevera
Guarda el caldo en un recipiente hermético. Los frascos de vidrio con tapas selladas o los contenedores plásticos funcionan bien. Mantén el caldo refrigerado hasta por 4 días. Asegúrate de etiquetar los recipientes con la fecha de preparación para que sepas cuánto tiempo lleva almacenado.
4. Congelación
Si has hecho una gran cantidad de caldo y no planeas usarlo de inmediato, puedes congelarlo. Para ello ten en cuenta lo siguiente:
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Congela en porciones: puedes congelar el caldo en porciones más pequeñas para facilitar su uso. Usa recipientes plásticos o bolsas de congelación aptas para alimentos. Otra opción práctica es usar bandejas de cubitos de hielo para tener porciones individuales de caldo que puedas añadir a recetas cuando lo necesites.
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Deja espacio para expansión: si usas recipientes rígidos, deja un poco de espacio en la parte superior, ya que el caldo se expandirá al congelarse.
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Duración en el congelador: el caldo congelado se conserva bien hasta por 3 meses. Asegúrate de etiquetar los envases o bolsas con la fecha de congelación.
5. Descongelación
Para descongelar el caldo, puedes dejarlo en la nevera durante la noche o descongelarlo en el microondas si necesitas una solución rápida. También puedes añadirlo directamente a tus guisos o sopas y con el propio calor del cocinado se irá descongelando.
Siguiendo estos pasos, tu caldo de carne se mantendrá fresco y listo para usar cuando lo necesites.
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Conclusión
Además de sopas y guisos, el caldo de carne es perfecto para cocinar arroz, puré de patatas o, incluso, para darle un toque especial a las salsas. En resumen, no pierdas la oportunidad de tener siempre a mano una base sabrosa para múltiples recetas. Acabas de descubrir que hacer un buen caldo de carne es más fácil de lo que parece. Con unos cuantos huesos, verduras, nuestros sazonadores y tiempo, puedes preparar un caldo lleno de sabor y nutrientes que puedes almacenar en la nevera por hasta 4 días o congelar por 3 meses. ¡Así que no dudes en probarlo y disfruta de los beneficios de un buen caldo casero!